La primera canción que escuché de Guillermo Anderson fue «Aves», del disco «Costa y calor», el cual les fue obsequiado a mis hijas -eso ocurrió hace unos cinco años aproximadamente- y me gustó inmediatamente y al terminar de oirla seguí con la siguiente y luego la siguiente y así continuamente hasta que de un solo «sentón» escuché todo el disco.
Me atraparon las tonalidades de su voz y la sencillez con la que sus letras se entrelazaban con las notas musicales para lograr crear hermosas canciones que hablan de lo cotidiano, de la realidad hondureña, pero a la vez salvadoreña y latinoamericana.
Anderson le canta al río, a la «Cipota de barrio», a la abuela y a la mujer trabajadora. Sus letras profundizan temas vigentes como la migración a Estados Unidos y los «Encarguitos» que nuestros compatriotas centroamericanos que viven en ese país les hacen a sus familiares; todo de una manera alegre, con calidad interpretativa y con una mezcla de sonidos en los que domina el acento caribeño.
Guillermo es un hombre nacido en Honduras, que vive en la costa atlántica, en un puerto en donde tuvo la oportunidad de recibir influencias de viajeros y marinos de otras partes del mundo. Además ha estudiado y se relaciona con la cultura garifuna, de ahí -posiblemente- venga esa sensación fresca que dan sus letras.
Luego de escuchar «Costa y calor», ha llegado a mis oídos (tengo que decir que con alguna dificultad) «Pobre marinero», «Encarguitos del caribe» , «Llevarte al mar» y «Mujer canción canción mujer». Sin embargo mis canciones favoritas son Maria Dolores , En mi País , Chago , «Memoria de la abuela», «La fuerza que tenés» y «Cipota de barrio», en está última aparece en uno de sus versos nuestra querida poeta Claudia Lars y su «Pájara Pinta».
Lo he escuchado dos veces en vivo, acá en El Salvador, y me parece un hombre franco, alegre y que su música sincera es el reflejo de su gusto por la vida. Además es muy buen fotógrafo, en su sitio web http://www.guillermoanderson.com/main.htm se pueden disfrutar muchas de ellas y se puede leer un poco de su actividad musical, que dicho sea de paso, va en gran aumento.
Guillermo Anderson, orgullo centromericano.
Texto:
Érika Valencia-Perdomo
Fotografías:
Óscar Perdomo León
LA ESQUINA DE ÉRIKA Y ÓSCAR 
De todo un poco:
A Guillermo Anderson lo conocì en una presentaciòn que hizo para un congreso centroamericano de radiologìa desarrollado en Sn Pedro Sula. Es un tipo sencillo y su mùsica es acorde a las necesidades de los problemas de nuestro territorio.
El CD dedicado a los niños es precioso y escucharlo me relaja. Me agrada sobremanera la canciòn dedicada a los hermanos lejanos.
En buena hora, es buena mùsica.
Cuando venga a El Salvador, irè a verle.